Bienvenido a Phoenix, el valle del sol. La vibrante capital del estado de Arizona, rodeada por el majestuoso paisaje del desierto de Sonora, es el destino ideal para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre. Escale la icónica montaña Camelback o explore las maravillas naturales del Parque Papago, con sus singulares formaciones rocosas como la famosa Hole-in-the-Rock. Sumérjase en la belleza oculta del desierto, ya sea en caminatas, paseos en bicicleta o incluso en recorridos en globo aerostático. Imperdible: una visita al majestuoso Gran Cañón, ubicado a tan solo cuatro horas.
La cultura y el arte vibran con fuerza en esta joya del desierto. El Museo Heard ofrece una fascinante inmersión en la historia y el arte de los pueblos nativos de América, mientras que en el Pueblo Grande Museum and Archaeological Park podrá conocer el legado de la cultura Hohokam, que habitaron esas tierras por más de mil años. No se pierda el Distrito de las Artes Roosevelt Row, el centro artístico de la ciudad repleto de galerías de arte, murales y una exuberante escena gastronómica internacional que muestra el espíritu creativo de la ciudad.
Si busca relajarse después de un día lleno de exploración, los spas de Phoenix y la ciudad vecina de Scottsdale le proporcionarán una experiencia única, ya que no solo cuentan con espectaculares vistas al desierto sino que además son conocidos por utilizar en sus tratamiento plantas que se encuentran en el desierto de Sonora.
*Textos acompañados de imágenes simplemente ilustrativas de algunos destinos.
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